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INTER INFORMA / Dr. JULIO FONTANET MALDONADO – “The replacement theory”: entre el odio y la ignorancia

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Vivimos en una sociedad en la que cualquier información se difunde con gran velocidad y alcance sin ningún tipo de rigor en cuanto a su veracidad. Repentinamente, ante los oídos ávidos de muchas personas, se convierte en una gran verdad cualquier rumor malintencionado. En ocasiones, se trata únicamente de destruir reputaciones, pero, en otras, ese rumor puede producir una reacción violenta que puede cobrar vidas humanas, como aconteció en la ciudad de Búfalo (estado de Nueva York) hace unos días.

Una persona visita el memorial improvisado cerca del lugar donde fue asesinada una decena de personas en Buffalo.
Una persona visita el memorial improvisado cerca del lugar donde fue asesinada una decena de personas en Buffalo. (The Associated Press)

Una de esas grandes mentiras que está siendo ampliamente difundida se conoce en inglés como “the replacement theory” —que podría traducirse literalmente como “teoría del reemplazo”— y que consiste en la creencia de que judíos liberales y élites intelectuales están conspirando para sustituir la población blanca en los Estados Unidos con otras razas y etnias. Dicha “teoría” surgió inicialmente en 1919 gracias al abogado (¡qué vergüenza que fuera un abogado!) Madison Grant en su libro The Passing of the Great Race. Argumentaba Grant que la raza blanca occidental (europea) estaba en peligro de extinción en los Estados Unidos y que sería reemplazada por razas inferiores. Así, pues, era necesario establecer procesos de esterilización, de restricciones significativas en la inmigración y de limitaciones en la mezcla de razas.

Nueva York: acusan de homicidio a joven de 18 años por la masacre de Buffalo

Dicha postura perdió relevancia después de la Segunda Guerra Mundial ya que se le vinculó con una de las causas que generaron el Holocausto y el surgimiento de regímenes fascistas. No obstante, recuerdo haber leído en 2002 el libro The Death of the West, de Patrick Buchanan (quien había sido asesor del presidente Nixon y también candidato a la presidencia de los Estados Unidos), en el que, sin ningún tipo de contemplación, el autor adopta la misma teoría de Grant, pero añade que no solo la población blanca está siendo reemplazada en los Estados Unidos, sino, también, en toda Europa Occidental.

El problema con esta teoría es que, a pesar de su irracionalidad y su naturaleza racista, ha encontrado un excelente caldo de cultivo en miles de personas blancas en los Estados Unidos que están sufriendo grandes contratiempos económicos; contratiempos que se reflejan en el limitado acceso a empleos con una remuneración digna, a una vivienda propia, a educación universitaria y a servicios médicos y medicinas. Muchas personas —incluidos políticos— responsabilizan a los inmigrantes y a los afroamericanos por estos pesares y adoptan un discurso de odio que ha generado violencia hacia esos sectores. Precisamente, esa creencia y ese odio fueron los que llevaron a un joven de 18 años a asesinar a 10 desconocidos por meramente ser afroamericanos y vivir en un sector mayormente habitado por estos. Incluso difundió en las redes que se proponía matar a cuantos negros le fuera posible. También hizo alusión a los conceptos de “ethnic replacement”, “cultural replacement” y “racial replacement” como las causas que lo movieron a actuar. En manifestaciones en las que los adeptos a esta teoría han participado, se les escucha gritar estridentemente —como si fuera un grito de guerra— “¡No nos reemplazarán!”.

¿Qué es la teoría de conspiración racista del “gran reemplazo” que motivaría matanzas en Estados Unidos?

Tanto los políticos —por ejemplo, la representante por el estado de Nueva York Elise Stefanik— como algunos medios (Fox News) deben ser más prudentes y no continuar alimentando dicha teoría, que ha estado subyacente en muchas de las masacres de hombres blancos en contra de afroamericanos y otras minorías. Incluso, debe requerírseles más. Si realmente se quieren detener estas masacres, hay que expresarse en contra del “replacement theory” y rechazarla como lo que es: una teoría xenofóbica e irracional.

En ese sentido, fue ejemplarizante lo expresado por la representante republicana Liz Cheney, quien ha rechazado la veracidad de esta teoría y exhortado a los miembros de su partido a hacer lo mismo. Ese es el curso a seguir para terminar con estas matanzas. Esperemos que muchos políticos sigan su ejemplo en lugar de condenarla al ostracismo.

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